Ranchera

Pudiéramos morir en las cantinas y nunca lograríamos olvidarlas mujeres, oh, mujeres tan divinas no queda otro camino que adorarlas

Ya no te quiero, ya te olvidé
ya tu cariño de mi mente se ha borrado
ya no quiero volver a lo pasado
ya no te quiero, nuestro amor ya terminó

Yo soy el muchacho alegre
que me amanezco cantando
con mi botella de vino
y mi baraja jugando

De Altamira, Tamaulipas
traigo esta alegre canción
y al son del viejo violín
y jaranas canto yo

Qué bonito gorgorella
la cerveza y la botella
pero más bonito siento
cuando yo me prendo de ellas

Quién tuviera un airoplano
quién tuviera un airoplano
pa’ de un volido llegar
donde se encuentra la que amo

Me he de comer un durazno desde la raíz hasta el hueso
no le hace que sea güerita será mi gusto y por eso
me he de comer un durazno desde la raíz hasta el hueso
no le hace que sea güerita será mi gusto y por eso

Un diecinueve de marzo
presente lo tengo yo
el Rosillo de la sierra
en San Fernando jugó

No vale la pena lo que tú me quieres porque es muy poquito Eso no me llena
no me es suficiente quiero otro tantito No vale la pena tus distantes citas casi no te veo