Balada

Quiéreme mucho, dulce amor mío yo amante siempre te adoraré yo con tus besos y tus caricias mis sufrimientos acallaré

Lloraré como las nubes grises de ayer como la luna negra que alumbra mi ansiedad por no tenerte más

El Río Badillo fue testigo de que te quise en sus arenas quedó el reflejo del gran amor de una pareja que allí vivió momentos felices y ante sus aguas juró quererse con gran pasión

Amor, ¿qué tienes tú? amor, ¿qué tienes tú? que vives en mi pecho con ternura Amor, ¿qué tienes tú? amor, ¿qué tienes tú? que vives en mi mente y me torturas

Yo no soy esa que tú te imaginas una señorita tranquila y sencilla que un día abandonas y siempre perdona esa niña así no, esa no soy yo

La vida es la ruleta en que apostamos todos y a ti te había tocado nomás la de ganar Pero hoy tu buena suerte la espalda te ha volteado fallaste corazón, no vuelvas a apostar

Una noche más sintiendo tu calor una noche más parándose el reloj con los ojos en los ojos y las manos en las manos yo amaré tu cuerpo de mujer

Y mi canción te llamará la escucharás donde tú estés y si al oírla quieres regresar aquí esperándote estaré

Si un amor ardiente se nos marcha de repente nace la llama de un dolor sentimental Quien me ve llorando notará que estoy amando pues de verdad yo también soy sentimental