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Angélica, cuando te nombro me vuelves a la memoria tu valle, pálida luna en la noche de abril de aquel pueblito de Córdoba

No, no voy a morir algún día vuelvo a ser feliz te lo aseguro no, no voy a morir sé que muy pronto encontraré alguien que me sepa amar

Me dirigí silencioso al lugar donde sabía que su lecho encontraría mas, ay, ni bien lo encontré asombrado me quedé al ver la cama vacía

Tienes los ojos tan bonitos, vida mía es tu inocencia y tu dulzura sin igual con la pureza de tu boca me cautivas eres la fuente que me da felicidad

Pero estoy lejos de ti sin saber cómo estarás si estarás pensando en mí o no me recordarás

Soy bohemio que sufre intensamente la amargura de un hondo desconsuelo y no renuncio jamás al aguardiente porque sólo el licor es mi consuelo

Lo nuestro terminó porque tú me engañaste tu olvido me enseñó que aquello de los dos fue una equivocación

Me enamoré de ti, de tu mirada me enamoré de ti, de tu ternura me enamoré de ti, de tu dulzura por eso me enamoré

Yo quiero luz de luna para mi noche triste para pensar divina la ilusión que me trajiste para sentirte mía, mía tú como ninguna