Cuando te contemplo muñequita ibaguereña me traes el recuerdo de las mujeres costeñas

Mi vida, olvídame y llama en otra puerta olvídame no sueñes mi cariño, nomás

Y me brinda una cerveza y me brinda un cigarrillo y mi maleta otra vez la deja el tren Y me brinda una cerveza y me brinda un cigarrillo y así me quedo, borracho en el andén

Porque el reloj de la felicidad en su ruta de vivir no marcó la realidad de mi esperanza Con los fracasos de una y otra vez siempre un triste porvenir solo mi destino es pensar en ti

Verás que todo es mentira
verás que nada es amor
que al mundo nada le importa
yira, yira

Yo sí soy de Sincelejo al ciento por ciento nací bautizado aquí en mi propia catedral bañado con agua del pozo de Majagual y criado con mondongo de vaca con yuca y suero

Mi querida mamá por mí ya no debes llorar mi querida mamá cerca de ti yo voy a estar

Por una cabeza, de un noble potrillo
que justo en la raya, afloja al llegar
y que al regresar, parece decir
no olvides, hermano

Muchacha de ojazos negros
no puedo vivir sin ti
escucha, vida mía, llevo una pena en el alma
que crece lentamente desde el día en que te vi