Javier Solis

Tuya soy y siempre lo seré
un día dijiste temblorosa de pasión
dí por qué con tu silencio cruel
ahora pretendes destrozar mi corazón

Recargado en la barra me encuentro
de la vieja taberna del barrio
yo sin ti poco a poco muriendo
dime tú dónde estás que no te hallo

Si es que yo te quise no lo niego
pero tu cariño se acabó
quiero que me olvides te lo ruego
ya que esa ilusión se marchitó

Señor, de tu gran poder, piedad vengo a suplicar
de hinojos estoy postrado ante tu altar
Señor, oye mi oración, no voy a pedir de ti
la gloria de un nuevo amor

Perfume de gardenia tiene tu boca
bellísimos destellos de luz en tu mirar
tu risa es una rima de alegres notas
se mueven tus cabellos cual ondas en el mar

Nadie comprende lo que sufro yo
tanto pues ya no puedo sollozar
solo, temblando de ansiedad estoy
todos me miran y se van

A qué negar
que fue la vida la que nuestras almas vino a separar
a qué mentir
es imposible que el corazón pueda sin amor vivir

Voy por la vereda tropical
la noche plena de quietud
con su perfume de humedad

Oye la confesión de mi secreto
nace de un corazón que está desierto
con tres palabras te diré todas mis cosas
cosas del corazón que son preciosas