Celio Gonzalez

Ya están marchitos los pétalos de seda aún guardo las dos blancas azucenas que me diste al despedirme de ti

Nadie, pero nadie, nadie quiere ser culpable de tu desventura nadie quiere hacerse reo
de ese jugueteo con tu corazón

En España, bendita tierra
donde puso su trono el amor
solo en ella el beso impera
alegría, sentido y valor

Cuando tú no tengas quién por ti sufra tus penas
ven para acá, ven para acá
cuando tú no tengas quién por ti sufra tu llanto
ven para acá, ven para acá

Arriba, siempre para arriba
si algo quieres alcanzar en esta vida
mira solo para arriba, arriba

Te quiero porque te quiero
porque me nace del alma
estoy perdiendo la calma y la fe
te quiero como yo nunca pensé

La gente anda diciendo
que mi rumbita está buena
oye cómo suena, oye cómo suena

La rumba tiene algo
que invita a guarachar
si el chachachá alborota la sangre
pero es que nadie comprende

Destino fatal
que la vida me trazó al nacer
que mi alma no supo comprender
quimera fugaz