Celia Cruz

Oye, mi socio
no esperes que yo te lleve
esta sopita en botella
ni que te compre ese pardo

Tremenda rumba se ha formado en el solar
y en su apogeo se destaca una voz
repiqueteando un cao
dice así, ven embúllate conmigo, mira que soy contentosa, ay Dios

Aunque tú me has echado en el abandono
aunque ya han muerto todas mis ilusiones
en vez de maldecirte con justo encono
en mis sueños te colmo, en mis sueños te colmo de bendiciones

Dale, dale, dale quindale
dale, dale, dale quindé
dale, dale, dale quindale
dale, dale, dale quindé

El hombre marinero sí se puede casar
para tener sus hijos y hacer un dulce hogar
Siendo la mujer buena, sola puede quedar
confiado el marinero, puede ir a navegar

Quiero escaparme con la vieja luna
en el momento en que la noche muere
cuando se asoma la sonrisa blanca
en la mañana de mi adversidad

Desde el fondo del alma me sale un ardiente te quiero
egoísmo
es un grito de amor tan demente que rompe mis sienes
egoísmo

Cuando tú me querías (cuando me amabas tú)
la vida parecía (un jardín azul)
nunca hubo tristezas
ni llanto ni quejas

Amor, adiós
no se puede continuar
ya la magia terminó
ahora tengo que marchar