Carlos Gardel

Volver con la frente marchita las nieves del tiempo platearon mi sien sentir que es un soplo la vida que veinte años no es nada que febril la mirada

Ahora, cuesta abajo en mi rodada las ilusiones pasadas yo no las puedo arrancar Sueño con el pasado que añoro el tiempo viejo que lloro y que nunca volverá

Oye, bajo las ruinas de mis pasiones y en el fondo de esta alma que ya no alegras entre polvo de ensueños y de ilusiones brotan entumecidas mis flores negras

Verás que todo es mentira
verás que nada es amor
que al mundo nada le importa
yira, yira

Por una cabeza, de un noble potrillo
que justo en la raya, afloja al llegar
y que al regresar, parece decir
no olvides, hermano

Mi Buenos Aires querido cuando yo te vuelva a ver no habrá más penas ni olvido

Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado
no me importa lo que has hecho, lo que hacés ni lo que harás
los favores recibidos, creo habértelos pagado

Si supieras que aun dentro de mi alma
conservo aquel cariño que tuve para ti
quién sabe si supieras que nunca te he olvidado
volviendo a tu pasado te acordarás de mí

Pobre mi madre querida
cuántos disgustos le he daba
pobre mi madre querida
cuántos disgustos le he daba