Pedro Infante

Allá en El Rancho Grande allá donde vivía había una rancherita que alegre me decía que alegre me decía

Ave María dulci madre mía Virgen querida Madre di Dios Yo ti quero con mucho amor y ti traigo para tu altar muchas flores de altodol Virgencita mía

Al arrurru niño al arrurru ya qué lindo se siente cantar este arrullo sintiéndose ya papá

Después de laborar vuelve a su humilde hogar Luis Enrique el plebeyo el hijo del pueblo el hombre que supo amar

Ya vamos llegando a Pénjamo ya brillan allá sus cúpulas de Corralejo, parece un espejo mi lindo Pénjamo sus torres guapas son dos alcayatas prendidas al sol

Amorcito corazón, yo tengo tentación de un beso que se prenda en el calor de nuestro gran amor, mi amor yo quiero ser un sólo ser, un ser contigo

Es inútil seguir nuestro cariño no tiene caso si los dos mentimos hoy debemos tomar otro camino tomando en cuenta que los dos perdimos

Y por eso tengo el alma como el alma primorosa del cristal, del cristal Amo, lloro, canto, sueño con claveles de pasión con claveles de pasión

Amorcito consentido
ya no te acuerdas que fui
el amor de tus amores
y que has llorado por mí